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Acupuntura en La Guaira

POSIBLE MODELO DE TRATAMIENTO CON TERAPIAS FLORALES PARA NIÑOS Y JÓVENES EN ESTADO DE DESPROTECCIÓN FAMILIAR
INTRODUCCIÓN
Las flores son uno de los lenguajes de la Madre Tierra para interactuar con la racionalidad y las emociones de los seres que la habitan. Es uno de sus aportes generoso para entender el origen armónico de los seres humanos, integrantes del coherente sistema Gaia, una unidad indivisible.
La enfermedad es producto del alejamiento entre la dimensión espiritual y el devenir cotidiano, es la desconexión entre la madre tierra y el padre cosmos, o Dios como el creador, y sus hijos, los seres humanos, como “creaturas”. Y además es una llamada de atención para mostrar ese alejamiento, así como todos los condicionamientos que posibilitan esa distancia entre esos dos aspectos indivisibles. Es un extraordinario camino de aprendizaje para permitir que se junten los pedazos que unifican al ser humano, integrándolo mientras consigue una vida plena y saludable. El miedo y la falta de empatía, caras opuestas del amor, son el gran detonante de esa desintegración. Si el ser humano aprende a confiar, si deja de ver su entorno como diferente a sí mismo, y además como su contendiente en la batalla por la sobrevivencia, y si entiende que es uno con la creación, erradicará la enfermedad, viviendo en armonía. Las flores son un aporte generoso de la Madre Tierra para transitar ese camino de aprendizaje e integración.
El miedo a la extinción, a la desaprobación, al dolor, al fracaso, a la miseria suele condicionar su vida y su capacidad de decisiones impecables (fidelidad a sí mismo); le es difícil salir de la conciencia biológica, con lo cual la posibilidad de enfermedad está servida… consideramos que la enfermedad es la manifestación de los desajustes entre la dimensión trascendente y el aspecto existencial del hombre… la enfermedad es un aviso, una oportunidad de centrar la atención sobre los alejamientos esenciales y poder acceder, realmente, a la conciencia trascendente. ‘Tema el hombre la muerte del alma, que no la del cuerpo’ (San Agustín).
(Espeche y López Clemente, 2000, pp. 12-13).
Al respecto dice Carl Jung, en su libro El hombre y sus símbolos (1997, pp. 90-91):
El hombre moderno no comprende hasta qué punto su ‘racionalismo’ (que destruyó su capacidad para responder a las ideas y símbolos numínicos) le ha puesto a merced del ‘inframundo’ psíquico, Se ha librado de la ‘superstición’ (o así lo cree), pero, mientras tanto, perdió sus valores espirituales hasta un grado positivamente peligroso. Se desintegró su tradición espiritual y moral, y ahora está pagando el precio de esa rotura en desorientación y disociación extendida por todo el mundo.
Y la autora agregaría en enfermedad. Porque es precisamente a esa re-conexión con el mundo espiritual que las terapias florales van encaminadas, como una manera de retomar la relación profunda los seres humanos consigo mismos y con su entorno.
Ya en 1930 el Dr. Edward Bach empieza a crear lo que será su sistema de 39 elixires florales conocidos hoy día como la Flores de Bach. Partiendo de esta premisa:
La salud es el reconocimiento más cierto de lo que somos. Nosotros somos perfectos, somos los hijos de Dios. No tenemos que aspirar a lo que ya hemos alcanzado. Estamos en este mundo únicamente para manifestar la perfección en su forma material con la que estamos bendecidos desde el comienzo de los tiempos. Salud significa obedecer las órdenes de nuestra alma, ser confiados como el niño pequeño, mantener el intelecto a raya con sus argumentos lógicos (el árbol de la sabiduría de lo bueno y de lo malo), con sus pros y sus contras, con sus miedos preconcebidos. Salud significa ignorar lo convencional, las imaginaciones banales, así como las órdenes de otras personas con el fin de que podamos ir por la vida inalterados, indemnes y libres para poder así servir a nuestros semejantes. Podemos medir nuestra salud según nuestra felicidad, y nuestra felicidad refleja la obediencia a nuestra alma
(Bach, 1993, pp. 34-35).
El ser humano es creador de su propia realidad, y esta se ve permeada por las emociones que sobre ella y sobre ellos mismos tiene. Se podría señalar, como argumenta Ambika Wauters (1996, pp. 36-37), que la vida es un espejo de las actitudes asumidas:
Cuando creemos que somos bellos y merecedores de amor, creamos una confirmación de esa creencia en el mundo que nos rodea… La proyección es la externalización de nuestro estado emocional interno… El poseer nuestras propias proyecciones, reconociendo que, en realidad, estamos mirando a través de cristales distorsionados por las emociones propias, nos permitirá realizar los correspondientes cambios en nuestra percepción y pensamiento y nos ayudará a crecer.
De allí la importancia de las terapias florales para transformar la realidad. Bach entendió que transformar esa emoción podría conducir a la “verdadera curación”, pues todas las molestias y enfermedades tienen su origen en el alma, y en emociones de falta de alegría interior, de insatisfacción, o de emociones agobiantes de las personas afectadas por la enfermedad. Y también entendió que sin el aprendizaje aportado por la enfermedad, para conseguir la conexión con el alma, la sanación podía ser incluso un impedimento para el crecimiento y para alcanzar la plenitud.
Afirma Deepak Chopra en su libro: Curación cuántica:
Dotados de un sistema nervioso en extremo sensible, tenemos todas las elecciones de levantar paredes o destruirlas. Nadie cesa jamás de generar pensamientos, recuerdos, deseos, etc. Estos impulsos se propagan por el océano de la consciencia y se convierten en nuestra realidad (1994, p. 70).
Ese es el camino ofrecido por las esencias florales: aprendizaje y toma de conciencia para contactar con el núcleo profundo de los seres humanos, en una unidad perfecta de todos los aspectos que lo conforman: físico, emocional, mental y espiritual. Las flores posibilitan esa armonía y son una extraordinaria herramienta para empezar a resolver los problemas sociales que aquejan a la civilización altamente tecnificada y desconectada de este siglo XXI. La desintegración familiar, la pérdida de valores esenciales, la deshumanización, la competencia a ultranza, la falta de empatía y el individualismo. Y todos esos problemas se agudizan en la zona más delgada de la cuerda: la infancia. La desintegración familiar tiene a los niños como las víctimas más recurrentes, así como la falta de valores que no permiten entender su importancia en la sociedad, no sólo como los depositarios del futuro, sino como el presente preñado de las cualidades humanas en su apogeo. Cuánto se necesita la inocencia, la potencialidad de ver con ojos nuevos lo que rodea a los seres humanos para poder construir sociedades mucho menos desintegradas, conectadas con Dios y con la madre naturaleza.
De acuerdo con lo enunciado anteriormente, el propósito del presente estudio consiste en proponer un modelo adecuado, exitoso y sencillo para posibilitar el abordaje de instituciones de acogida a niños en situación de desamparo, como un mecanismo para servir de apoyo a la organización, con el fin de proveer a los pequeños acogidos en ellas de una terapia que los ayude a conseguir su bienestar en medio de su complicada situación, desde el entendido de la importancia de la infancia en la sociedad.
Se trabajó con Flores de Bach, del Mediterráneo, de Cotis y del Alba, para el tratamiento grupal e individual de los niños en estado de desprotección familiar en la «Fundación Casa Hogar Al Fin», teniendo como objetivos específicos los siguientes:
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Definir la pertinencia de una metodología idónea para el tratamiento grupal con terapias florales de los niños y jóvenes en situación de desprotección familiar que habitan la Fundación Casa Hogar Al Fin, evaluando la viabilidad de este modelo de trabajo terapéutico grupal.
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Determinar la posible existencia de problemáticas comunes de los niños y jóvenes que habitan la Fundación Casa Hogar Al Fin, y su tratamiento en la consecución de su bienestar y salud.
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Aplicar tratamiento(s) grupal(es) para el abordaje inicial de las problemáticas analizadas, con el propósito de facilitar su bienestar emocional.
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Definir una metodología para el abordaje individual, si así lo exige la dinámica del tratamiento, desde el entendido de que toda terapia holística parte del principio de la existencia de enfermos y no de enfermedades, y de que aunque hay una problemática común, cada individuo asumirá las carencias generadas en esa realidad, según sus particularidades y experiencias personales.
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Tratar los casos específicos de niños medicados con tratamientos químicos psiquiátricos para demostrar la viabilidad de otros menos agresivos como las terapias florales en la superación de conductas patológicas.
La importancia de este trabajo es determinar un modelo simple, económico y efectivo para aplicar las Terapias Florales en instituciones de este tipo, con el fin de proveerlos de un mayor bienestar. Los niños son el futuro y sus primeros años de vida determinarán en gran parte sus oportunidades para poder desarrollarse y conseguir una vida saludable y feliz, y por ende una sociedad más armónica. En la medida en que, como política de estado, se reconozca y utilicen las terapias alternativas, se abre el camino para una visión holística de equilibrio, respeto y relación armónica con la naturaleza, consigo mismo y con los demás, haciéndola una realidad, y alcanzando una sociedad más equilibrada en la que se desarrolle plenamente todo el potencial humano.
MÉTODO
Se trabajó en la sede de la Fundación: Casa Hogar Al Fin, ubicada en la calle Guaiquerí, Qta. Princesa, Urb. Caraballeda del Municipio Caraballeda, del Estado Vargas.
La Casa Hogar Al Fin es una organización privada sin fines de lucro cuya misión es brindar atención y formación integral a niños y adolescentes en situación de desamparo, privados de su medio familiar, que gocen de medida de protección en entidad de atención. Sirviendo de enlace y apoyo entre personas naturales y/o personas jurídicas de carácter público o privado, así como con instituciones que tengan relación con este propósito, para así contribuir con la atención y formación integral de este sector tan vulnerable de la sociedad venezolana.
Esta fundación nace el 1 de noviembre de 2005 en la ciudad de Caraballeda, Estado Vargas. La misma es la iniciativa de un grupo de venezolanos conscientes de la imperiosa necesidad que tiene la niñez en estado de desprotección familiar de ser atendida de manera digna y responsable, cumpliendo además con altos estándares de atención básica e integral. Con la cooperación estrecha de su directora la Lic. María Elena Marcano, y de sus colaboradores y educadores, se llevó a cabo este trabajo de investigación.
Para abordar el objetivo general del presente estudio, se diseñaron dos cuestionarios con el fin de hacer tres evaluaciones: (a) previa a la aplicación de los tratamientos florales, (b) intermedia para analizar los avances, y (c) final para ver la evolución completa del tratamiento. Dichos cuestionarios fueron los siguientes:
CUESTIONARIO PARA LOS NIÑOS:
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Cuéntame, ¿cómo es un día normal de tu vida? ¿Qué actividades realizas?
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¿Qué actividades cotidianas te gustan más?
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¿Qué actividades cotidianas te gustan menos?
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¿Quién te cuida? ¿Cómo es esa persona?
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¿Qué piensas que puede estar mejor?
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¿Qué cosas te dan miedo?
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¿Qué te gustaría que ocurriera pronto?
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¿Qué quieres ser cuando seas grande?
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¿Cómo te imaginas el futuro?
Este cuestionario fue aplicado a una población de veintiséis (26) niños comprendidos entre los cinco (5) y los diecinueve (19) años.
CUESTIONARIO PARA LOS EDUCADORES:
Se consideró importante tener la visión de los educadores sobre los niños a su cuidado para enriquecer la visión inicial y la problemática que ellos observaban, razón por la cual se diseño el siguiente cuestionario:
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Breve historia personal del niño.
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¿Cómo es el carácter y temperamento del niño?
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Grado de escolaridad y desempeño escolar.
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¿A qué cosas le tiene miedo?
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¿Habla de su familia biológica?
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¿Qué cosas ha manifestado que le espera como su visión a futuro?
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Cosas que le gustan.
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Cosas que le disgustan.
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¿Cómo duerme en las noches?
Se le designó a cada niño un educador con el fin de garantizar y evaluar constantemente el buen desenvolvimiento del proceso. Este educador fue el encargado de responder el cuestionario relacionado a cada niño bajo su responsabilidad. La asignación a cada educador de los niños a su cargo se realizó tomando en cuenta el área de trabajo de cada educador, que se divide en dos áreas bien definidas dentro de la institución. Por un lado, están los niños de Nido, ubicados en la planta baja de la casa, donde se albergan los niños menores de 5 años, los cuales tienen cinco educadores a su cargo. Estos son: dos educadores en dos turnos en la mañana y en la tarde, dos educadores en dos turnos en la noche y un educador horario completo para el fin de semana. De igual forma, están los niños y jóvenes de Planta Alta, con cinco educadores a su cargo en los mismos turnos descritos en Nido. Esto da un total de diez educadores a cargo de los veintiséis niños y jóvenes.
Con la información recabada, se analizó la problemática común de los niños en situación de abandono que residen en la institución, con el fin de determinar qué tratamiento se debía aplicar, abordando inicialmente la problemática común para ver el resultado en conjunto. Las dificultades empezaron a surgir en cuanto se inició el proceso. En los cuestionarios iniciales sobre los niños a los diez educadores mencionados, se detectó que seis de los educadores no estaban bien empapados de los problemas reales de los muchachos a su cargo. En tres casos de esos seis, nunca entregaron los cuestionarios contestados, evidenciando no sólo desconocimiento de la problemática por parte de los educadores, sino desinterés y poca disposición para realizar la tarea. En los otros tres casos, la información aportada no era muy pertinente y dejaba en evidencia lo poco que sabían personalmente de los problemas de los niños a su cargo. Por ejemplo, la respuesta de uno de los educadores al enunciado: «Breve historia personal del niño», fue respondida de la siguiente manera: «CA es un niño de 10 años de edad que esta en la ksa (sic) hogar desde que esta (sic) se formo (sic) cuenta con un hermano mas (sic) pequeño que tambien (sic) esta (sic) en la ksa (sic) hogar». El mismo educador, sobre el otro niño asignado, responde: «J es un niño de 1 año de edad». Y esa es toda la información que podía suministrar. Otro ejemplo de la poca información aportada por este grupo de educadores es el cuestionario completo de otro educador que se transcribe a continuación, en el cual casi todas las respuestas no tienen correspondencia con las preguntas realizadas:
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Breve historia personal del niño.
Es un niño colaborador, bastante sentimental y a la vez actua (sic) de manera malcriado (sic) cuando se le llama la tensión (sic).
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¿Cómo es el carácter y temperamento del niño?
Es aplicado en sus estudios y se le ve el interes (sic) de aprender.
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Grado de escolaridad y desempeño escolar.
A veces muestra un caracter (sic) agresivo con sus compañeros.
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¿A qué cosas le tiene miedo?
Le tiene miedo a la oscuridad.
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¿Habla de su familia biológica?
Tiene conocimiento quienes (sic) son sus padres y dice que un día se va a ir para su casa con su hermanos (sic) y mamá.
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¿Qué cosas ha manifestado que le espera como su visión a futuro?
Solo (sic) dice que el (sic) sabe que su mamá lo va a buscar como los niños (sic) que se han ido de egreso.
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Cosas que le gustan.
Dulces, que uno lo ayude a pintar y dibujar y (sic) que lo pasee (sic) y que lo tomen en cuenta.
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Cosas que le disgustan.
Que le llamen la tensión (sic) y que no lo dejen hablar.
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¿Cómo duerme en las noches?
No estoy con ellos de noche.
Hubo un tercer grupo de educadores conformado por cuatro personas que entregaron valiosísima información y demostrando gran compromiso y empeño en su labor. Como ejemplo de este grupo de educadores se cita la primera y la segunda pregunta del cuestionario, y las respuestas sobre los cuatro jóvenes a su cargo:
Primera pregunta: Breve historia personal del niño.
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Viene de un hogar disfuncional, presenta fuerte rechazo a la permanencia con su madre y poca aceptabilidad (sic) con su hermano J. Suele hablar muy poco de su familia y en las oportunidades que hemos hablado al respecto se contrae y presenta “ostracismo” respecto a sus propios antecedentes familiares.
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Viene de una situación de calle y hasta cierto punto indigencia. Su madre con problemas de drogadicción, tiene un hermano que se encuentra con familiares, según él en Barinas. No conocio (sic) a su padre. Aun cuando respeta la relación de su madre no la acepta de buena manera.
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Viene de una relación muy apegada a la madre, aun cuando ésta no muestra mucho interés en compartir momentos de distracción como vacaciones con él, sin embargo se muestra algo preocupada por su salud (como lo mostró cuando le operaron su pierna debido a un accidente en el área del tobillo). No le gusta hablar mucho de la situación socio-económica de su familia.
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Se muestra muy independiente y muestra mucho amor y veneración por su madre, ya difunta. Con su padre muestra vínculos marcados aunque con vaivenes de interés por convicciones personales. Se muestra muy orgulloso de su origen y con gran precisión de su condición. Según él su familia vive en una vecindad, lo cual generó en su vida situación de calle, peleas callejeras y tendencias a la vida sin preocupaciones. Es un líder nato, aunque lo impone a través de la violencia.
Segunda pregunta: ¿Cómo es el carácter y temperamento del niño?
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Suele tener un temperamento muy calmado, aunque presenta momentos violentos por defender lo que por derecho le corresponde, inclusive suele hacer respetar su espacio y cosas privadas. Su carácter se podría decir que es afable, tendiendo a la autodeterminación de su ego mediante actos de violencia psicológica a través de gritos e insultos.
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Su carácter es afable. Suele perder el control de sí en situaciones que lo apremian de manera directa respondiendo con violencia marcada en todos los aspectos. No suele se (sic) paciente y responde de manera desproporcional con lo que le hacen. Suele ser ansioso ante sus actividades.
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Tiene un carácter apasionado. Es emotivo, posee mucha actividad pero se queda en un segundo plano. Suele ser más introvertido.
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Tiene un carácter colérico, que rige en su personalidad en la mayor parte de la jornada diaria, que responde a su historia familiar. Es retraido (sic) respecto a su propia vida, en cuanto a compartirla con los demás. Valora mucho la amistad.
Ahora bien, a esta información recabada de los educadores, en la que no estaban incluidos todos los niños por las razones antes expuestas, se agregó la de los cuestionarios personales a los niños y jóvenes, preguntando a cada uno de ellos en base al primer cuestionario (Cuestionario a los niños) que aparece en la página 7.
Con la información conseguida en esta primera fase, se elaboró una fórmula floral, única para todos, abordando la problemática general encontrada en la población de niños de la institución.
Después del análisis, de determinar la fórmula floral y de su aplicación continuada por 6 semanas, se procedió a las entrevistas individuales para aplicar los tratamientos particulares a cada niño o para continuar con la grupal que se estaba usando. En este punto del trabajo surgieron múltiples dificultades. Por una parte, las entrevistas individuales se realizaron en la cede de la Casa Hogar, en un espacio que la directiva habilitó para tal fin. Allí se realizó un primer encuentro para la etapa de tratamientos individuales, sin contar con las tinturas madres para, al finalizar cada entrevista, elaborar al momento las fórmulas. La idea era hacer el análisis a posteriori para sistematizar y determinar la fórmula floral a fin de empezarlas a aplicar. Con este modelo se realizaron once entrevistas, pero resultó inoperante y poco adecuado, en vista de que a la hora de la elaboración del frasco con cada fórmula individual, ya se había perdido la conexión necesaria entre terapeuta y usuario, resultando muy impersonal y difícil determinar el preparado más adecuado para cada paciente. Eso llevó a entender que era necesario disponer de todos los materiales terapéuticos al momento de la entrevista, para que la fórmula suministrada a los niños y jóvenes fuera producto de esa relación, del contacto personal y la conexión establecida al momento.
Por otra parte, tras el proceso inicial con los educadores, que dejó en evidencia para la directiva muchas de las fragilidades de la institución, comenzó una restructuración interna en la Casa Hogar. Algunos de los educadores abandonaron la institución y se comenzó un proceso de transformación importante. Durante ese período, incluso se cuestionaron su trabajo y la larga permanencia de los niños en la Casa Hogar. Determinaron como su función primordial, la de servir de enlace y de lugar para el resguardo de corta permanencia de los niños bajo su protección, cosa que al empezar la investigación no ocurría, teniendo niños con casi toda su vida en la institución. En este proceso de transformación, muchos de los niños inicialmente entrevistados dejaron las instalaciones. Fue un período necesario, pero de mucha inestabilidad, complicando y paralizando en gran medida el trabajo investigativo. Y si bien nunca se pudo prever este desenlace, parece evidente que al poner la lupa en los procesos, esto sirvió para enriquecer también la visión de la institución y del trabajo realizado, haciendo un autoanálisis y transformación necesaria para seguir avanzando.
Cuando se pudo continuar, las condiciones habían cambiado radicalmente. Se intentó empezar con un proceso de entrevistas individuales a los niños, el cual propiciara la segunda parte de la metodología, esto es, los tratamientos individuales a los niños de la institución. Pero el cambio de condiciones había dejado a la directiva de la Casa Hogar sin mayor interés en el proceso y con poco personal, incrementándose notablemente el trabajo. Las razones de este cambio de interés serán analizadas en los resultados. En vista de la falta de motivación, quedó claro que ir a buscar al paciente nunca rinde buenos frutos, y se procuró comprometer más a la directiva haciéndola acercarse al consultorio terapéutico, para cambiar la dirección de quién busca tratamiento, pues en todo el proceso dicha direccionalidad quedó desdibujada. Se le propuso a la directiva de la Casa Hogar: (a) dividir a los niños en tres grupos, y (b) atenderlos de forma individual en las instalaciones terapéuticas de la autora, una tarde a la semana. Esta propuesta se fundamentaba en la disponibilidad de la institución de autobusete y un chofer, lo cual hacía la labor viable y posibilitaba no interrumpir el trabajo cotidiano en la Casa Hogar.
Y así, se comenzaron las entrevistas individuales. Se desecharon los cuestionarios iniciales porque se evidenció que eran una camisa de fuerza con la cual no se facilitaba el fluir de las entrevistas, y se actuó de manera individual incluso en el planteamiento a cada niño, dejando fluir la información sin encasillarla o dirigirla, lo cual dio mejor resultado y ayudó a la entrega de más información, como se ejemplifica a continuación:
CD es un niño de 10 años, estudiante de 4to. Grado de primaria. Su madre tiene HIV, lo cual le ha impedido hacerse cargo de sus dos hijos, que están en la Casa Hogar. En la primera entrevista se le hicieron las preguntas del cuestionario para los niños, y sus actitud fue parca, sin extenderse mucho en las respuestas:
Cuéntame, ¿cómo es un día normal de tu vida? ¿Qué actividades realizas?
CD: Estudiar, ir a clases, comer, jugar, dormir.
¿Qué actividades cotidianas te gustan más?
CD: Todas las actividades me gustan, jugar, ver tele.
¿Qué actividades cotidianas te gustan menos?
CD: En realidad, todas me gustan.
¿Quién te cuida? ¿Cómo es esa persona?
CD: La maestra, bien, todas son buenas.
¿Qué piensas que puede estar mejor?
CD: Me gustaría que mejoraran el Cable por TV, porque tienen pocos canales.
¿Qué cosas te dan miedo?
CD: La oscuridad.
¿Qué te gustaría que ocurriera pronto?
CD: Me gustaría tener un celular.
¿Qué quieres ser cuando seas grande?
CD: Ser abogado y ayudar a la gente.
¿Cómo te imaginas el futuro?
CD: No sé, bien.
La segunda entrevista no se ciñó estrictamente al cuestionario, dejando fluir la información y dándole la posibilidad al niño para llevar la conversación hacia donde él quisiera, aunque se usaron los elementos del cuestionario que permitieran armar el discurso. El resultado fue el siguiente, según se puede observar en la transcripción de la entrevista realizada por la autora a CD:
Cuéntame CD, ¿qué cosas te gusta hacer?
CD: Me gusta hacer experimentos, pero ahora no los hago porque todavía no estoy en bachillerato. Pero cuando esté en bachillerato voy a hacer muchos experimentos.
¿Quieres ser científico?
CD: No vale, quiero ser abogado. Los abogados ayudan a la gente y yo voy a ser así. Con la gente de la calle sabes, sacarlos de ahí, y cosas así. Así es mi mamá, ella ayuda mucho a la gente. Los abogados son chévere, ayudan… ¿Tú me puedes decir para qué son las gotas esas? Cuando las tomaba me parecía que me daba como sueño, no sé, como algo.
La gotas son para ayudarte con alguna cosas que quieras mejorar. Por ejemplo, si sueñas cosas feas, o te cuesta dormir, o cualquier cosa que quisieras que cambiara en ti.
CD: Ah, bueno, si me gustaría cambiar algunas cosas. A veces me pongo muy bravo, me cuesta controlarme, y luego lo lamento, pero ya pasó y lo hice. ¿Tú crees que pueden servir para eso también?
Claro CD, ¿tu quieres que te de unas gotas que te ayuden con eso?
CD: Sería fino, así la maestra no me regaña tanto, jajajaja. Es que se ponen bravos conmigo y me regañan.
¿Hay algún otro problema en el que te gustaría que te ayudara?
CD: Por ahora si me ayudas con la rabia esa que me da, me gustaría. Es que eso me trae problemas.
También pareció acertado explicar a los jóvenes la función de las gotas de terapia floral con el fin de que plantearan sus problemas y estuvieran atentos a los cambios y el desenvolvimiento de la terapia, partiendo de sus expectativas y necesidades.
Como se ve en el ejemplo anterior, si bien el cuestionario fue una guía útil para encaminar la conversación, en ningún caso pareció que ajustarse a esa herramienta de forma literal posibilitara el buen desenvolvimiento de la entrevista, y cuando sólo se usó como una referencia, las conversaciones fueron más fluidas y entregaron más información útil para la terapia.
En otro ejemplo se puede constatar lo dicho anteriormente:
JA es un niño de 12 años, que cursa 5to. Grado de primaria. Su madre sufre de trastornos psiquiátricos (psicosis), con rasgos violentos y paranoicos. El niño empieza a tener el mismo comportamiento. La madre, frente a la situación económica de gran precariedad, cae en depresión y la internan en un hospital psiquiátrico. El niño llega a la Casa Hogar después de vivir esa situación. En ese momento la madre no es agresiva, pero si depresiva. El niño es un pequeño adulto, contando cuentos fantasiosos que rayan en la mitomanía. Busca la aprobación de los demás. Su madre le negó el contacto con su padre, y aunque él tiene necesidad de vínculo con su familia, la madre no lo permite. El niño es bastante hablador, colaborador y amistoso.
A continuación se transcribe la entrevista hecha a Ja:
Cuéntame, ¿cómo es un día normal de tu vida? ¿Qué actividades realizas?
JA: Voy a la escuela, ayudo en todo lo que puedo en la Casa, juego con mis compañeros.
¿Qué actividades cotidianas te gustan más?
JA: Todas me gustan, son bien divertidas. Aquí uno se divierte mucho y yo más que colaboro con todo.
¿Qué actividades cotidianas te gustan menos?
JA: Todas me gustan, todas toditas.
¿Quien te cuida? ¿Cómo es esa persona?
JA: Me cuida M, porque es muy divertida y nos sigue el ritmo, ¿sabes? Juega como si fuera uno de nosotros, ella es chévere.
¿Qué piensas que puede estar mejor?
JA: La escases de alimentos y lo difícil para conseguirlos. Es que no es fácil salir a comprar las cosas, no siempre hay. Tú sabes como están las cosas, para qué te voy a contar.
¿Qué cosas te dan miedo?
JA: Los fantasmas y los ladrones, aunque es mejor tenerle miedo a un vivo que a un muerto.
¿Qué te gustaría que ocurriera pronto?
JA no responde.
¿Qué quieres ser cuando seas grande?
JA: Ser detective del CICPC, criminalista.
¿Cómo te imaginas el futuro?
JA no responde.
En la siguiente entrevista, empezó a contar lo que iba a estudiar:
JA: Cuando sea grande me gustaría ser o policía o detective del CICPC, aunque policía no tanto porque es muy peligroso estar en la calle; prefiero ser detective, así, investigando cosas para poner a los delincuentes en la cárcel, ser criminalista pues. A los policías los matan mucho, es muy peligroso.
Empezó a hablar de su mamá, algo ininteligible, y se conmovió hasta las lágrimas, aparentemente tenía relación con el tema de la muerte, mostrando que el asunto le preocupa mucho y le causa ansiedad. Evitando llorar, cambió el tema y contó un episodio en el que se cayó a golpes con un niño.
JA: A veces me provoca pegarles a otros pero me controlo, pero cuando todo se me pone blanco no me puedo controlar, me da una rabia incontrolable. Soy un niño hiperactivo y también soy muy bochinchero, pero que me va bien en la escuela y me gusta, sobre todo la informática. El problema es la conducta, eso me baja la nota, por bochinchero. El otro día saqué 20 y se lo mostré a mi mama.
¿Te llevas bien con tu mama?
JA: Si, fino. Generalmente saco C, pero saqué B en una materia y se lo mostré. Se puso contenta, estaba muy feliz.
¿Y son sólo ustedes dos solitos?
JA: No, tengo siete hermanos por parte de mi papá, aunque nunca los veo, no sé mucho de ellos o de mi papá. No sé.
¿Qué te gustaría que tratáramos con las goticas?
JA: Quisiera poder concentrarme más en los estudios. Eso sería bueno. Tengo problemas con la mentira… No sé por qué, digo mentiras.
Se puso melancólico.
Podemos empezar por ahí, ¿te parece?, para que ya no necesites decir mentiras.
JA: Sería bueno.
En estos ejemplos se puede ver como los cuestionarios sirvieron como una guía, pero el fluir que el paciente determina en la entrevista es mucho más productivo.
Con el método de entrevistas individuales, no se pudo trabajar con la totalidad de la población tratada con la fórmula grupal, por dos razones fundamentales: (a) algunos de los niños inicialmente tratado no estaban ya en la Casa Hogar, y (b) la falta de compromiso de la directiva de la institución para colaborar con el trabajo. Esto llevó la investigación a una contradicción insalvable.
RESULTADOS
Una vez culminado el proceso inicial de entrevistas, y a pesar de los problemas presentados, se determinó como problemática general tres elementos fundamentales: el sentimiento de abandono, la difícil relación con la madre y el sentimiento de culpa, como hilo conductor en la generalidad de los casos.
Para esta problemática se entregaron frascos con: Algodón de Seda, Lirio Mariposa y Pino.
A continuación se explica la escogencia de esta fórmula floral:
En primer lugar, el principal componente común en todos los casos era un importante sentimiento de abandono, producto de las diferentes situaciones que llevaron a cada niño a vivir en la Casa Hogar. Para esta problemática común se utilizó la esencia floral Algodón de Seda, del Sistema Floral Cotis y también del Sistema Floral Alba. La terapeuta floral Corina Egaña de Tischenko (2002, p. 41) explica sobre esta esencia floral:
Es de utilidad en casos de rupturas de relaciones abusivas y/o dolorosas, rabia, crítica, agotamiento. De acción importante sobre temores de causas desconocidas, temores nocturnos, crisis de identidad y comparación con otros que pueden crear envidia. Incrementa la energía de la esperanza, la circulación energética, la escucha interior y la capacidad de organizar ideas y/o pensamientos y comunicarlos. Ayuda a entender los procesos de muerte.
También dice Bárbara Espeche (2001, p. 29) sobre esta esencia: «En caso de abuso psicológico o físico de niños, aparece desde el inicio del episodio hasta la madurez falta de autoestima encubierta, con actitudes de sumisión y docilidad, y por otro lado irritabilidad y violencia reprimida».
Con el Algodón de Seda se abordaban varias de las razones que llevaron a los niños a la institución como maltrato, situación de pobreza extrema, abandono, muerte de los padres; los elementos que estaban presentes en el abordaje inicial, así como las actitudes en las cuales se traducen esas emociones, como son: la docilidad por una parte y la agresividad por otra, como dos caras de una misma moneda.
El segundo componente era la importante relación problemática con la madre, para lo cual se utilizó la Esencia Floral Lirio Mariposa, del Sistema Floral Flores del Mediterráneo. Exponen Pedro López Clemente y Bárbara Espeche (2000, p. 59) sobre esta esencia floral:
Es la flor para los conflictos con la figura materna. Libera la conflictividad de la vinculación materna, tanto cuando ésta se da con frialdad o indiferencia, como cuando hay un exceso de apego y dependencia… Muy útil en las heridas o traumas causados en la relación materno-filial (abandono, fallecimiento, divorcio, aborto, etcétera.).
En algunos casos, la relación con la madre era tremendamente conflictiva, habiendo niños que incluso preferían no saber nada de ella; en otros casos, un gran deseo de tener su atención y cariño; en otros, se evidenciaba gran preocupación por parte de la progenitora, pero con condiciones materiales muy desfavorables que los habían llevado hasta la situación de ingresar a la institución; sólo en dos casos hubo ausencia total de la madre por fallecimiento.
Por último, se agregó la Esencia Pino (Pine) del Sistema Floral de Bach, en vista de que en muchos casos se detectó un sentimiento de culpa en los niños, llevándolos a pensar que ellos podían ser los responsables de su situación. La investigadora Susana Veilati (2007, pp. 103-104) afirma sobre esta magnífica esencia:
Personas que se auto-reprochan severamente por los errores cometidos, llegando a responsabilizarse incluso de las faltas ajenas… con serias dificultades para ser felices y auto-gratificarse, la vida se parece más a una purgación… es importante y difícil a la vez darnos cuenta que debajo de la culpa hay odio y resentimiento, solo que estas “emociones negativas” son inconscientes y cuidadosamente evitadas… no solo para la moral, la religión o la sociedad, sino también para aquella parte de uno mismo que prefiere sentirse culpable a reconocerse odioso y lleno de rencor.
Tras la primera aplicación del tratamiento (seis semanas de toma de la fórmula grupal), se interrogó tanto a los niños como a los educadores de la Casa Hogar para escuchar su opinión sobre los resultados del tratamiento floral. De los cinco educadores encuestados sólo dos vieron alguna diferencia en el comportamiento de los niños. Uno de ellos pensó que estaban más tranquilos y colaboradores. El otro destacó justo lo contrario, observándolos más llorones y conflictivos. Los otros tres notaron muy poca diferencia en el comportamiento de los niños. Realmente no se pudo constatar un cambio significativo en la conducta de los niños según los educadores y la directiva de la Casa Hogar. A la hora de las entrevistas personales, los niños tampoco pudieron destacar mayores cambios, aunque a estas alturas estaban más motivados a continuar con el trabajo.
Cuando se empezaron las entrevistas individuales, algunos de los niños se abrieron para profundizar el proceso, entregando importante información personal, como se evidenció en la entrevista transcripta con CD y con JA, pero la falta de seguimiento por parte de la institución y la imposibilidad de continuar con el trabajo, truncó los vínculos que finalmente empezaban a gestarse. De todas maneras, de las entrevistas salieron tratamientos que se entregaron al momento a los niños. Como ejemplo para poder ver el proceso culminado, se ponen los tratamientos de CD y JA:
A CD se le entregó un frasco con: (a) Cherry Plum, del sistema floral de Bach, para el miedo a perder el control; (b) Buche, del sistema floral de Cotis, para la cólera difícil de reprimir; y (c) Scleranthus, también de Bach, para los cambios de humor.
A JA se le entregó la siguiente fórmula: (a) Centaury, de Bach, para su necesidad de quedar bien y complacer a todos; (b) Petunia, de Flores del Mediterráneo, para trabajar el miedo a equivocarse y su necesidad de llamar la atención; y (c) Verbasco, también del sistema del Mediterráneo, para evitar las exageraciones y las mentiras.
Este proceso se completó con ocho de los veintiséis niños y jóvenes que se atendieron con la fórmula grupal.
Se destacan tres resultados fundamentales en el trabajo realizado:
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Más que aplicar tratamiento efectivo a los niños de la Casa Hogar, el proceso colaboró para que la institución como tal se movilizara en sus motivaciones y actuaciones. La investigación coadyuvó como generador de cambio al dejar al descubierto las debilidades y las fortalezas del trabajo realizado en la Casa Hogar. No se logró tratar apropiadamente y de manera constatable a todos los niños, pero sí se generó, a partir de la investigación, una cantidad de cambios necesarios para mejorar el desenvolvimiento interno en la institución y para acercarse más a su necesaria función: ser un lugar de llegada temporal para los niños acogidos en ella, y para conseguir su estabilidad en familias adoptivas o en las suyas de origen, después de haber superado las situaciones que los llevaron a la desintegración.
De hecho, hasta la fecha, 4 niños han retornado a sus hogares y 2 han conseguido familias adoptivas.
Si bien las fórmulas grupales y el trabajo terapéutico no surtieron el efecto deseado de tratar a los niños propiamente hasta culminar el proceso terapéutico, si aportó su granito de arena en la profunda transformación ocurrida en la institución. Se está convencido de que tener un observador foráneo a la Casa Hogar facilitó esos avances. La inercia del trabajo diario a veces hace difícil la auto-evaluación, con el fin de permanecer fieles a los objetivos.
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Un tratamiento grupal y general con terapias florales no puede hacer el recorrido que necesariamente debe realizar todo tratamiento de este tipo, eso es, ir de lo más visible a lo más profundo de forma gradual y al ritmo de las necesidades del paciente. La lógica del tratamiento grupal apunta a abordar la problemática común y olvida que cada ser humano tiene una forma muy distinta de asumir los hechos de su vida. Y no sólo se refiere al vaso medio lleno o al vaso medio vacío, sino a la inmensa variedad de sentimientos generados por una situación en un grupo humano, y al mayor o menor impacto que tiene en cada individuo en particular.
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La motivación de la directiva de la institución para desarrollar esta investigación estaba muy orientada a los niños con tratamiento psiquiátrico; debido a los problemas para conseguir dicha medicación, se vieron obligados a suspender esos procedimientos, y la directiva vio como una solución, sustituirlos por terapias florales. Con el trabajo terapéutico, se detectó que los niños en esta situación no presentaban ninguno de los síntomas iniciales por los cuales estaban medicados, concluyendo que dichas conductas se debían a la difícil etapa de adaptación a la institución y no a una condición intrínseca del joven. Esta fue una de las razones por las cuales la directiva perdió la motivación, dejando atrás el sentido de urgencia que mostraron al inicio de la actividad.
CONCLUSIONES
A continuación se propone como posible modelo de tratamiento con terapias florales para niños y jóvenes en estado de desprotección familiar de la: Fundación Casa Hogar Al Fin, que puede servir como punto de partida para el abordaje de otras instituciones similares, en primer lugar, la divulgación entre los niños y jóvenes de las terapias florales y sus efectos terapéuticos, expuestos con claridad y nivel adecuado para la población a tratar, a fin de mostrar la posibilidad de contar con estas terapias como una herramienta para solucionar problemas personales que deseen superar. Llevado a cabo este importante proceso de divulgación y motivación, es necesario disponer de un espacio adecuado como consultorio terapéutico, bien sea en la institución o fuera de ella, si se cuenta con los recursos para el traslado de los niños y jóvenes, con el fin de hacer los tratamientos individuales. Dicha terapia se debe hace con base en las necesidades e inquietudes particulares de cada niño y joven que se acerquen al proyecto, contando con el apoyo de la directiva de la institución para incentivar ese acercamiento. Es importante entregar inmediatamente después de cada entrevista la fórmula floral elegida para cada caso; razón por la cual es necesario contar con las tinturas madres en el espacio preestablecido para el hecho terapéutico.
Una de las conclusiones fundamentales es que todo tratamiento debe hacerse desde la necesidad del consultante y no desde la suposición de qué es lo más conveniente para ese individuo o grupo humano; por lo cual, si bien parece fundamental para instituciones como la estudiada contar con el apoyo de estas terapias muy efectivas y poco invasivas, también es cierto que no deben ser impuestas desde arriba. Parece adecuado e importante prestar este servicio para que su población tenga la oportunidad de mejorar sus vidas y alcanzar sus metas con este importante apoyo. Nunca es el terapeuta quien debe acercarse al usuario de su terapia, siempre ha de ser el paciente, desde su necesidad, quien busque recibirla, para que así el proceso cuente con la direccionalidad adecuada conducente a un buen resultado y con el compromiso por parte del usuario, sin el cual el proceso curativo no es viable. El quehacer sanador y la relación entre paciente y terapeuta floral siempre deben partir de los requerimientos del primero y de su determinación de conseguir una respuesta a esa búsqueda, a través del trabajo terapéutico.
De igual forma, todo tratamiento con visión holística debe ocurrir desde lo individual, desde el entendido de que no existen enfermedades sino enfermos, y cada problemática colectiva tiene una resonancia individual en cada miembro de esa comunidad. Así mismo, las terapias florales deben ir profundizando las contradicciones a medida que el paciente va profundizando a su vez en la búsqueda de su equilibrio y en la solución de sus dificultades. De ningún modo el terapeuta puede definir ese camino, sino el paciente, su aprendizaje y su conciencia.
Otra conclusión importante para destacar es la visión que como sociedad se tiene de las personas y sus circunstancias, cuando éstas se salen de la norma de conducta aceptada. Tal es el caso de los niños con medicación psiquiátrica, y esto es la no comprensión, el no ponerse en el lugar del otro, el estigmatizar o etiquetar a un individuo por una situación circunstancial. Tolba Phanem (s.f.), poetiza africana, cuenta una historia en su poema en prosa “Nuestra propia canción” que lo ejemplifica:
Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del niño. Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito. Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás. Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción. Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción. Cuando se inicia como adulto, la gente se junta nuevamente y canta. Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción. Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en la transición. En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción. La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad.
En una sociedad evolucionada que viva desde el corazón, esta historia será la norma, viendo a cada individuo desde el amor y no por su utilidad al menor costo posible.
Por último, no se quería dejar de destacar el valioso esfuerzo de los trabajadores de la Casa Hogar Al Fin, quienes desempeñan una encomiable labor de cobijo, educación y amoroso resguardo a niños en situación de desprotección familiar, y especialmente a su directora Lic. María Elena Marcano quien abrió las puertas del establecimiento a su cargo para esta investigación.
REFERENCIAS
Bach, E. (1993). Los remedios florales. Escritos y conferencias [Libro en línea]. Editorial Edaf. Disponible: http://www.formarse.com.ar [Consulta: 2008, Noviembre 5]
Chopra, D. (1994). Curación cuántica [Libro en línea] México: Editorial Grijalbo. Disponible: http://es.scribd.com/doc/54152442/Deepak-Chopra-La-Curacion-Cuantica [Consulta: 2013, Junio 2]
Egaña de Tischenko, C. y Olazo, C. (2002). Uso terapéutico de las Esencias de Flores y Orquídeas de Venezuela. Mérida: El Libro de Arena.
Espeche, B. (2001). Las flores del Alba. Manual práctico y clínico. Buenos Aires: Continente.
Espeche, B. y López Clemente, P. (2000). Esencias Florales del Mediterráneo. Clínica, terapéutica y bioenergética. Buenos Aires: Continente.
Jung, C. G. (1997). El hombre y sus símbolos. Traductor: Luis Escobar Bareño. Barcelona, España: Caralt.
Korte, A. (2004). Nuevas esencias florales. Traductor: Mar Albacar. Barcelona: RBA Libros.
Lovelock, J. (1993). Las edades de Gaia. Una biografía de nuestro planeta vivo. Traductor: Joan Grimalt. Barcelona, España: Tusquets.
Phahem, T. (2003). Nuestra propia canción. Disponible: http://www.rebelion.org/hemeroteca/cultura/tolba280103.htm [Consulta: 2014, Septiembre 2]
Veilati, S. (2007). Tratado completo de Terapia Floral. Tratamiento con Flores de Bach, Nueva Generación y Orquídeas. Madrid: Edaf.
Vijnovsky, S. (2008). Flores de Bach y Homeopatía. Dinamizaciones homeopáticas en Terapia Floral. Buenos Aires: Continente.
Wauters, A. (1996). Los Chakras y los Arquetipos. Un viaje hacia el autodescubrimiento y la transformación. Traductor: Mario Lamberti. Madrid: Edaf.
La autora es Susana Martín Rivas, nacida en Caracas el 19 de mayo de 1966. Cursó Literatura en la Universidad Central de Venezuela. Es médico en Medicina Tradicional China, Homeópata y Terapista Floral egresada de la Escuela de Salud Herencia Luminosa. Trabaja en el Dispensario Médico de la Fundación Planchart, Caraballeda, Estado Vargas. Telf: 0212-490.39.39. E-mail: tierrasana@cantv.net
ANEXO
Edward Bach nace el 24 de septiembre de 1886 en Moseley, cerca de Birmingham, Inglaterra. En 1912 finaliza su carrera de medicina y se muda a Londres donde permanece unos años en la praxis médica y la investigación en hospitales y laboratorios. Es esa praxis la que lo lleva «a comprobar que el mismo tratamiento para las personas que sufren la misma enfermedad casi nunca funciona y que había algo más que enfermedad orgánica, esto es: las características individuales, la personalidad del enfermo» (Vijnovsky, 2008, p. 13). En 1917, agotado, es sometido a una intervención quirúrgica y le extirpan un tumor maligno, dándole como pronóstico tres meses de vida. Esto lo sumerge más en sus investigaciones, y para asombro de todos se recupera totalmente. En 1922 se acerca a la homeopatía y a los escritos de Hahnemann, aprendiendo que para el padre de la homeopatía los síntomas mentales son más preponderantes que los físicos. Se dedica a la investigación de vacunas homeopáticas con gran éxito. Para 1926 sus nosodes[2] intestinales eran conocidos y usados en varios países de Europa. En 1928 lleva a Gales tres flores (Impatiens, Mimulus y Clematis), tratando de sustituir los nosodes por los remedios preparados con estas plantas. En 1930 decide dejar su exitosa actividad en Londres y regresa a Gales para sumergirse en la naturaleza y seguir con sus investigaciones sin ataduras. Con su increíble sensibilidad, en mayo de ese año hizo un gran descubrimiento: las gotas de rocío en los pétalos de las flores, y la incidencia del sol sobre ellas constituían un medicamento curativo, y fue así como inicialmente empezó a tomar los remedios florales. Posteriormente, frente a la dificultad de recolectar el rocío, comenzó a preparar los remedios en recipientes de vidrio que cubría con los pétalos de la flor en cuestión y dejándolo recibir los rayos de sol, preparaba sus remedios. De esta manera (el método solar) preparó las primeras 19 esencias florales y también White Chestnut, del grupo de las 19 restantes. Con las otras 18 utilizó el método de Ebullición, en el que, después de llevar a cabo el método solar, se ponían a hervir los pétalos, filtrando luego varias veces el concentrado hasta obtener la tintura. Entre 1930 y 1934 completó la serie de los 19 primeros remedios (los 12 curadores y los 7 auxiliares). Para 1935 finalizó los 38 remedios. El 27 de noviembre de 1936, mientras dormía, lo encontró la muerte a los cincuenta años de prolífica y creativa vida (Vijnovsky, 2008, pp.13-15).
Bach había dejado a cargo de su legado a su fiel ayudante Nora Weeks, una técnica sanitaria, y a Victor Bullen, un constructor y hombre de negocios que quedó prendado por la figura del médico galés. Ambos se hacen cargo del Healing Center Edward Bach, continuando con la elaboración y difusión de las 38 esencias florales y el remedio Rescue. Posteriormente toman la batuta Muriel y John Ramsell, actuales directores del Centro Bach.
En 1976, después de 40 años de la muerte de Bach, Richard Katz establece en Estados Unidos la Flower Essence Society. Junto a su esposa Patricia Kaminski, y con Kevin Rierson y Kenner Gurudas comienzan a preparar esencias florales de plantas nativas, apareciendo las primeras esencias de segunda generación, hoy conocidas como las Flores de California. A finales de la década de los 80, Katz presentó al Centro de Inglaterra los nuevos remedios y los resultados de su investigación, pero el Healing Center Edward Bach nunca aceptó la posibilidad de admitir nuevas esencias florales distintas a las descubiertas por Bach. A pesar de no contar con el apoyo del centro Bach en Inglaterra, por todo el planeta han surgido muchos otros sistemas florales: el sistema floral de Bush, de Ian White en Australia; el sistema de la Flores del Mediterráneo, de Pedro López Clemente en España; el sistema de Flores de Cotis, de Corina Egaña de Tischenko en Venezuela; las esencias de Pacific Essences de Canadá; Flores del Caribe; Flores del Alba, y, en fin, un sinfín de sistemas y elixires florales elaborados en todos los confines del planeta. A estos nuevos elixires florales se los llamó de segunda generación. Posteriormente, en 1891 surgen los primeros sistemas basados en Orquídeas, así como otros no florales basados en gemas, en hongos, y hasta en delfines y ballenas, llamados de última generación, cuyo principal impulsor ha sido Andreas Korte (Korte, 2004, p.7).
La Organización Mundial de la Salud, en 1977, recomienda el uso de las esencias florales a los estados que la componen (Veilati, 2007, p.35).
Sería fácil suponer que sacar tantos sistemas y tinturas es llover sobre mojado, pero lo que sí es cierto es que cada lugar geográfico tiene sus particularidades, y que la naturaleza, y los frutos, flores y elementos que da, corresponden a una vibración que le es afín, con lo cual parece tener mucho sentido investigar y utilizar los elementos que regala generosamente la naturaleza. En la praxis terapéutica de la autora, que por ahora se ha circunscrito a las esencias elaboradas con flores, se ha comprobado que tal diversidad hace más sutil y mejora los tratamientos, entregando a la humanidad una herramienta extraordinaria. Indudablemente una investigación tan inspirada y conectada como la de Edward Bach no puede ser inmovilizada en una camisa de fuerza que es tan ajena su espíritu libre e iluminado. En ocasiones los discípulos, en su afán de proteger el legado del amado maestro, terminan desvirtuando lo más esencial de su espíritu, y ciertamente Bach fue un revolucionario que no dudo en romper todos los esquemas que encasillaban la conexión con la intuición y con la madre naturaleza y el padre cosmos.
[1] En el anexo (p. 24) se encuentra el resumen de la biografía y los descubrimientos de Edward Bach, y de los posteriores desarrollos de su investigación.
[2] Un nosodes es un remedio homeopático de microorganismos (virus, por ejemplo); de tejidos enfermos (amígdalas, apéndice, etc.); de productos del metabolismo como sangre o saliva, por ejemplo; de toxinas (metales, tóxicos, productos químicos, etc.) o alérgenos (leche, polen, ácaros del polvo, etc.); cuyo origen puede ser medio ambiental, animal o humano.