Tras nuestra amplia experiencia en el ejercicio de las terapias holísticas, nos hemos vistos en la necesidad de ofrecer a nuestros clientes una oportunidad de profundizar en su autoexploración, como resultado de su esfuerzo genuino por profundizar en sus mecanismos de desequilibrio, desde el entendido de que la principal causa de la enfermedad es nuestra relación emocional con el mundo que nos rodea, bien sea en la esfera familiar, profesional o social. Y para este fin, el conocimiento del Eneagrama es una herramienta muy útil de autoconocimiento y de toma de conciencia.

Determinar nuestro Eneatipo y familiarizarnos con sus características, nos brinda la posibilidad de adentrarnos a nuestro interior de una manera muy directa. Es como una ventana a nuestra alma, poniendo en palabras precisas sensaciones, emociones y experiencias que por íntimas, nos cuesta ver.

Pero, ¿qué es el eneagrama y qué son los eneatipos?

El eneagrama es una forma geométrica que parece una “estrella” de nueve puntas (Ver esquema en la parte superior), unida por líneas que tienen sentido relacional, y en la que cada punta corresponde a un Eneatipo particular.

Es difícil determinar cuan lejos en el tiempo se remonta este conocimiento, pero fue dado a conocer por G.I. Gurdjieff, quien se refirió a ella como una representación simbólica de ciertas leyes universales, y las atribuyó a cierta tradición esotérica aún hoy desconocida en el mundo occidental.

El eneagrama de la personalidad, sin embargo, nos viene de Oscar Ichazo, chamán y sabio chileno, quien presentó el eneagrama de las pasiones, así como el eneagrama de las fijaciones y otras aplicaciones de este mapa geométrico, ante la Asociación de Psicólogos de Chile en 1969. Él lo llamaba Protoanálisis, y afirmaba que provenía de un esoterismo cristiano con el cual había tenido contacto en Afganistán. Claudio Naranjo fue alumno de Ichazo, y a partir de lo aprendido con él, recorre un largo camino de estudio y aplicación de este conocimiento, trabajando en lo que Naranjo llamó Programa SAT (creado por Naranjo), haciendo un trabajo grupal con los eneatipos para la autoexploración y autoconocimiento, y como técnica de trabajo psicoterapéutico.

Son 9 los tipos caracterológicos o Eneatipos que describe el eneagrama, aunque Naranjo sub-divide cada Enetipo en 3 subtipos: el social, el sexual y el conservación, dependiendo de la preponderancia en el individuo de estas tres facetas que son las interacciones sociales, la interacción con la pareja y la relación con nosotros mismos,  convirtiendo estos 9 tipos en 27, bien diferenciados.

Sería muy largo explicar en este breve texto los 27 tipos, por lo que hablaremos, de forma general, de los 9 principales, haciendo un rápido vuelo de pájaro por ellos:

El Eneatipo 1 es el que se empeña en que todo sea “como tiene que ser”. Crítico, ordenado, con fuerte sentido de la responsabilidad. Marcado por el código de ética. Pulcro, con tendencia a la represión de los instintos. Es el perfecto juez.

El Eneatipo 2  es el que en lugar de atender a sus propias necesidades, se vuelca en las de los demás. Es servicial, amoroso, adulador, encantador, seductor, a cambio de ser reconocido, de ser tenido en cuenta, de ser amado. Es el perfecto ayudador, el que da su opinión sin que se la pidan, porque “necesita” que el otro “se de cuenta” de sus problemas.

Al eneatipo 3 lo que le importa es “cómo lo ven los demás”. Activo, eficiente, experto en promocionarse y venderse a sí mismo. No acepta el fracaso. Persigue el éxito y el reconocimiento social por sus logros. Puede resultar poco profundo, más bien frío, e incluso frívolo. Será la “persona modelo” en cualquier campo: el ejecutivo eficiente, la top-model perfecta, la familia feliz. Un ejemplo serían Barbie y Kent.

El eneatipo 4 es el que se siente diferente, original. Aman y sufren intensamente. A menudo se dejan llevar por sentimientos de melancolía. Es romántico, creativo y con tendencia a quejarse. Suelen hacer sentir a los demás culpables de sus propias desgracias. Parece que nunca está satisfecho, pues nunca termina de llenarse esa especie de vacío existencial que siente. Ha sido llamado “el aristócrata en el exilio”.

El eneatipo 5 es la persona que tiende a intelectualizarlo todo. Son los típicos “sabiondos”, algo retraídos. Pueden ser ratones de biblioteca. Acumulan datos: nunca tienen bastantes. Les suele costar asumir un compromiso. Les da miedo de que les roben su espacio, en el cual se sienten guarnecidos del exterior. Se aíslan en “la azotea”, donde suelen abstraerse en sus elucubraciones mentales. Es el perfecto investigador.

El eneatipo 6 es gente, por lo general, insegura y desconfiada. Dudan de todo y de todos. Les cuesta tomar decisiones. Prefieren conocer las reglas y limitarse a cumplirlas, aunque también se suelen rebelar contra la autoridad. Son bastante contradictorios. Los hay muy escépticos, temerosos, miedosos, rayando en la fobia. También los hay osados y temerarios, sólo para demostrase a sí mismos y a los demás que no tienen miedo. Aunque en una misma persona suelen darse ambas actitudes dependiendo del momento. Están al acecho del peligro. El mundo es un lugar peligroso y hostil, por lo tanto es necesario protegerse. Suelen padecer bastante de ansiedad.

El eneatipo 7 es un tipo bastante alegre, charlatán, planificador y activo. Les cuesta permanecer en el “aquí y ahora”. Su mente se suele disparar hacia el futuro bastante prometedor e idealizado. Suelen ser creativos, juguetones, chistosos, amenos e imaginativos. Se les compara con Peter Pan, el eterno niño. Huyen del dolor y buscan el placer (comida, bebida, viajes, planes, etc.). Les cuesta centrarse y terminar los proyectos. Tienen tendencia a la dispersión. Tampoco les gusta el compromiso, prefieren el picoteo. Es el típico entusiasta.

El eneatipo 8 es el que tiene fama de “tipo duro”, sea hombre o mujer. Suelen ser el tipo retador, el protector, el jefe, el “aquí mando yo”. Huyen de la debilidad. “No está bien mostrar los sentimiento, porque eso es de débiles”. Son caracteres dominantes que no se dejan pisar por nadie. A veces pueden mostrarse demasiado directos y bastante crueles e incluso intimidantes. Piensan que la mejor defensa es un buen ataque. Su actitud general es desafiante.

Por último, el eneatipo 9 es el típico bonachón o bonachona. El “tangamos la fiesta en paz”, “aquí no pasa nada”. Ante todo busca “estar en paz”, que no perturben su calma. Para ello, se “borran del mapa”. Es mediador. Suele postergar las decisiones y las cosas importantes. Tiende a evadirse en tareas automáticas como ver la tele comiendo palomitas, hacer crucigramas, etc. Le da pereza ocuparse de su interior, de su vida, hacerse planteamientos profundos. Tiende a “matar el rato” y a veces parece que “ni siente ni padece”. Son personas amigables y serviciales. Suelen padecer de falta de autoestima. A veces cae en la dejadez de su físico y de su persona en todos los aspectos. Es el típico mediador en los conflictos.

Por supuesto, esta información es muy esquemática y superficial. Una de las  bondades del eneagrama es justamente todo lo contrario: la posibilidad de profundizar en nosotros mismos para hacernos conscientes de nuestros comportamientos automáticos, nuestros preconceptos, nuestra particular perspectiva que niega todas las demás, haciéndonos caer en los mismo errores, repitiendo conductas que no nos dejan avanzar, pero que no percibimos porque subyace muy en el fondo, allí donde nuestra visión no es capaz de llegar por nosotros mismos.

En el trabajo con el Eneagrama proponemos ejercicios que van acercando al facilitado a desmontar esos patrones que lo confinan a la repetición, la infelicidad y los desequilibrios en la salud.

Profundizar en la salud es profundizar en nosotros mismos, en quiénes somos, en el descubrimiento de nuestras limitaciones para ampliar nuestra visión, para flexibilizarnos, para tener la posibilidad de responder a cada estímulo que se nos presenta de una manera novedosa y efectiva para satisfacer nuestras necesidades, y no desde patrones estáticos aprendidos en nuestra primera infancia y que nos confinan en una prisión de preconceptos, reacciones y pensamientos.

Te invitamos a adentrarte con nosotras en este maravilloso camino del autoconocimiento…